Ante tal situación, Juan y Fernando se hicieron de palabras, discutieron y al final de la pelea, Juan sacó una pistola y lo mató por la espalda. S. Dicho de otro modo: para los platónicos y agustinistas medievales lo real se reduce a mismidad formal, a ser “algo” idéntico a sí mismo, cuya sustancia es simplemente el “algo” (“gateidad”, “caballeidad”, etc.). Su existencia se debe solamente a la tradición. En consecuencia, para Aristóteles y Santo Tomás, el problema que hay que explicar en el movimiento no es solamente que el ente que es resultado del movimiento se describa con palabras distintas al comienzo del movimiento, sino que se trata de explicar “el moverse mismo”, la actividad del movimiento. Ayudar a personas necesitadas que viven en la calle. Los agustinistas medievales suavizan este esquema: no hay Ideas por el cielo, en el cielo está Dios, que contiene en sí, en una unidad simplicísima, todas las ideas. El médico actúa bien y no existen excepciones a los principios morales. 6, a. De hecho, Santo Tomás dedica a los efectos de la acción un artículo de la Summa, del que quizá no se han extraído todas las virtualidades que contiene62. En las acciones complejas, la decisión-acción no se suele referir al objeto intentado, sino a un medio que conduce a ese fin que se intenta. { Indudablemente, el término que lo indica de modo más preciso es “decisión”; y como también la realización física del acto de la voluntad aporta algo a la moralidad de la acción, parece conveniente añadirle “acción”. Actos humanos son aquellos cuanto ejecutados por el hombre y «regulados» u «ordenados» por él. ELEMENTOS DEL ACTO MORAL / PASOS PARA UNA DECISIÓN ÉTICA. Si se suman esos aspectos a los que normalmente se mencionan en el estudio del acto moral (objeto, fin y circunstancias) y se adecúa la terminología para adaptarse mejor al significado común de los términos, tenemos que, para examinar la moralidad de una acción, hay que valorar lo siguiente: 1. El ejemplo de Tomás es bien conocido: dentro de la mala acción de golpear a una persona, sería una circunstancia el hecho de que se le golpeara en un lugar sagrado (el pecado sería mayor dada la dignidad del lugar de la ofensa). “La consideración de estas consecuencias —así como de las intenciones— no es suficiente para valorar la cualidad moral de una elección concreta. Pero, hoy en día ésta no es ya una, Plan de Estudio o Currículo de Asignatura, UNIDAD I Conceptos de Filosofía y de Ética. 481-506 y Martin Rhonheimer. Motivos e intensiones. Ese “poder recibir un acto” es expresión de mi pensamiento: luego hasta la materia prima posee una esencia o quidditas. Si no los quisiera de ninguna manera, no emprendería la acción que realiza. Giuseppe Abbà, op. Espero que esta aportación, junto con el protocolo mencionado, pueda facilitar a los Comités de Ética su labor de consejo en la toma de decisiones difíciles dentro de la atención sanitaria. Avisar al dependiente y devolver lo que te dieron de más es un acto moral que denota honradez y preocupación por los otros (considera que el faltante podría ser descontado al empleado). Los agustinistas, inspirados en el platonismo, son partidarios de que Dios ilumina la inteligencia para que el hombre pueda conocer los “algo” de las cosas materiales: de la inteligencia de Dios, que tiene las ideas, viene la luz intelectual y el conocimiento al hombre. Como es evidente, esta consideración de lo que está alrededor del acto como circunstancias es perfectamente razonable y válida. (20) “Voluntas movet intellectum quantum ad exercitium actus: quia et ipsum verum, quod est perfectio intellectus, continetur sub universali bono ut quoddam bonum particulare”: S. De todos modos, dado que referimos las ideas a las cosas, este esquema básico debe ser más suavizado todavía: en las cosas que experimentamos sensiblemente existe también esa idea que está en la inteligencia divina. Por tanto, la potencia, aunque pueda recibir un acto, ya no es pura potencia8. (13) Ese “tocar” es, de todos modos, indirecto, a través de un objeto mental (que constituye el concepto) y de la adequatio de dicho objeto con la realidad: cfr. Parece conveniente, por tanto, emplear otros términos (“decisión-acción”) que sí remitan directamente al significado voluntario, y por tanto moral, del obrar humano. (1) Aunque podrían mencionarse bastantes más, los siguientes artículos son una muestra representativa de las distintas posturas al respecto: Peter Knauer. 7, a. Igualmente, describimos lo que se hace por su especie (su “algo” u objeto moral) y completamos la descripción con una serie de accidentes o circunstancias (otros “algo” que permiten entender cabalmente qué se está haciendo)57. Un acto moral generalmente incluye los siguientes elementos: un motivo, un fin, un medio y las consecuencias. Th., IIª-IIae, q. Si vero per accidens, et ut in paucioribus, tunc eventus sequens non addit ad bonitatem vel ad malitiam actus: non enim datur iudicium de re aliqua secundum illud quod est per accidens, sed solum secundum illud quod est per se.”: S. 2, ad 2. Sin embargo, esta vuelta a Santo Tomás se ha realizado teniendo unas ideas previas. 6, aa. : Vengarse del engaño y de la amistad que tenían. "address":{ Son actos humanos, voluntarios, que podemos elegir realizar o no, y que podemos valorar según las normas y criterios morales que hay…, 0% found this document useful, Mark this document as useful, 0% found this document not useful, Mark this document as not useful, Save Elementos Que Estructuran El Acto Moral For Later, Son actos humanos, voluntarios, que podemos elegir realizar o no, y que podemos. . S. En suma: tampoco en este caso se puede considerar que los medios son efectos o consecuencias. y El evangelio y la moral. Partiendo de aquí, el análisis tomista del acto moral muestra aspectos distintos a lo que hemos visto anteriormente. Aquí la Veritatis splendor se refiere al acto de elegir, pero es aplicable igualmente a la intención, que es también elección, no de medios (o fines intermedios), sino de fines. Como es evidente, hablar sin más de previsión es resumir sumariamente bajo un sólo término la compleja interrelación que existe entre el entendimiento y la voluntad a la hora de la acción23, y los actos de la prudencia que conducen a la acción adecuada. Por desgracia, esta obra ha tenido poca difusión y se encuentra agotada. actuar bajo fuertes pasiones como: los celos, Do not sell or share my personal information. Esta postura, vista desde el aristotelismo, pretende que el ente es un compuesto de entes en acto. Para que esta forma mentis hubiera cambiado, tendría que haberse hecho tema de discusión ampliamente difundido el planteamiento básico que provocaba las tesis agustinistas, es decir, la igualdad de propiedades entre las formas de las cosas y las Ideas platónicas. Cuando desarrolla su teoría moral, Santo Tomás, al hablar de los actos del entendimiento que preceden a los de la voluntad, prefiere hablar de consejo24, es decir, del acto de la prudencia (acto intelectual) previo a la acción, y es más correcto considerarlo así. La intención es el acto de la voluntad que mueve al hombre a conseguir, por medio de acciones subsiguientes, un determinado objetivo30. Por este modo de ver las cosas, la moral esencialista habla poco de intención y de decisión, y habla mucho de sus proyecciones que, tomando los términos de la tradición tomista, denomina fin y objeto moral. Así, los factores que no caben dentro del fin y del objeto tienen un ámbito amplísimo donde incluirse. La malicia moral -o la falta de bien-, de cualquiera de esos elementos hace que todo el acto sea malo. Como señalamos en la. Adopta el punto de vista del sujeto que actúa, y estima, acertadísimamente, que, para que sea moralmente aceptable tolerar unos efectos, éstos deben ser proporcionados con el fin que se intenta82. El autor reciente que más ha llamado mi atención es Grisez (especialmente su obra The Way of the Lord Jesus. 3(2). 227 y ss.) Y la d) equivale a lo que afirmaba Santo Tomás con respecto a los efectos tolerados: que deben guardar proporción con lo que se intenta, ya que lo intentado es, además de objeto de la intención, un efecto de la acción. 1. Así ocurre, por ejemplo, cuando el sujeto coloca por encima del fin las circunstancias al decidir sus fines en función de las circunstancias que lo rodean, pues con ello, su querer ya no es resultado no de su conciencia moral, sino de algo externo y . (83) Cfr. Viendo la acción física de una persona podemos sospechar lo que está haciendo, pero no llegamos a saberlo con plena certeza. No obstante, si se emplean aquellos términos, debe tenerse la precaución de aclarar que no se refieren a las acciones físicas, sino que expresan cuál es la decisión-acción del sujeto, el acto de su voluntad. Hemos visto que el término “circunstancias” tiene, para Santo Tomás, un sentido técnico (complemento accidental de la definición de lo que se decide), y este sentido es el que hemos empleado hasta aquí. (pp. Pero, para el Aquinate, en ambos casos, los efectos que se producen, aunque no son intentados, son imputables a la voluntad del sujeto que actúa. Sin embargo, aplicando el esquema esencialista del objeto moral junto con la fácil confusión del objeto moral con la acción física47, esa acción sería mala (es matar a un hombre, que es una acción mala); y esta interpretación es sencillamente inaceptable. Y esto es lo que hace Tomás: después de establecer la división de la voluntariedad en el plano teórico, establece el procedimiento práctico de valorar la influencia de los efectos de una acción sobre su moralidad, sin aplicar la división teórica. Desde entonces, ha habido autores, como Rhonheimer91 o Joan Costa92, que han tocado el tema de fondo con acierto y con más amplitud que este artículo: en estas obras se hace hincapié en la recuperación de los actos del sujeto como fundamento de la ética, cuestión que el esencialismo había dejado desdibujada, en un proceso explicado muy pormenorizadamente en la obra de Costa. Sin embargo, estos comentarios no serán exhaustivos: para hacer justicia a la polémica se precisaría mayor extensión de la que le dedicaremos aquí. Estas reglas (con sus diversas variantes), a pesar de las diversas críticas que han recibido, me parecen correctas. Cfr. Estas formulaciones podían malinterpretarse, pero no consideró necesario rechazarlas por el mero hecho de que pudieran interpretarse con facilidad de modo platonizante: bastantes temas de auténtica envergadura había entonces para solventar, como para añadir asuntos que no eran tan inmediatamente vitales. Una vez existe una intención, se pueden hacer cosas. Cfr. El acto del entendimiento se encuentra imperado por el acto de la voluntad20. También Abbà expresa la misma idea en su estudio, que ha vuelto a poner en primer plano el papel de las virtudes en el obrar moral. normas cumpliendo su exigencia de realizacion. Estamos diciendo que esa acción es algo que nunca debe ser decidido voluntariamente49. De hecho, los agustinistas medievales parecen describir el movimiento exclusivamente de modo formal (su inclinación es a averiguar cómo una cosa, de ser “algo” pasa a ser un “algo” distinto), y apenas aparece en sus consideraciones el movimiento analizado al estilo aristotélico: como una energeia que, partiendo de una entelequeia, alcanza otra, es decir, como una actividad que, partiendo de un origen, alcanza su acabamiento, término o límite4. Por tanto, hay que tener presente que, cuando empleamos la expresión “formación de la conciencia”, realmente estamos hablando de formación de las virtudes cardinales, especialmente de la prudencia, con apoyo en el organismo sobrenatural proporcionado por la virtudes teologales; y no nos referimos a una entidad llamada conciencia que haya que ir modelando de alguna manera29. (40) “El objeto del acto del querer es un comportamiento elegido libremente”: Veritatis splendor, n. 78. Ejemplos como éstos pueden encontrarse en todos los órdenes de la vida: repercusiones remotas de medidas políticas o económicas, de regulaciones de la vida pública, de normativas, etc. Milwaukee, Marquette University 1973. Th., Iª-IIae, q. En todo caso, como luego veremos, lo incluyen en las circunstancias. Pero, en otras ocasiones, no hay tal posibilidad: en el cambio sustancial lo que permanece es la materia prima, que no posee ningún “algo”; aunque se empleen las palabras “materia prima”, no se está dando a entender ningún “algo” existente en esa materia prima. 21-75), sugestivamente titulado “Sobre el ser y lo uno”, relativo a la filosofía platónica. Sujeto moral. En: La nueva sensibilidad, Espasa-Calpe, Madrid 1988, pp. El discernimiento del actuar humano: contribución a la comprensión del objeto moral. Nadie sabe a ciencia cierta por qué están ahí. Elementos y requisitos del acto moral. Los actos morales son actos humanos, voluntarios, que podemos elegir realizar o no, y que podemos valorar según las normas y criterios morales que hayamos asumido previamente y según las condiciones sociohistóricas en las que nos toca vivir. Sin embargo, este capítulo se desarrolla de modo relativamente independiente de las reflexiones filosóficas: no suele ser una deducción, a partir de la naturaleza del obrar humano, del papel y valor de la ignorancia dentro del obrar moral, sino una serie de reflexiones, sumamente acertadas, sobre la valoración moral que merece cada tipo de ignorancia. Fue Tomás el menor de nueve hermanos. Cfr. Algo de esto sucede en el terreno de la moral. 7, aa. 97, a. La voluntad humana, cuando quiere un objeto determinado, lo que hace es producir un acto, que se puede describir con una palabra. Aquí se aclara la desviación producida en el estudio de la moral por las ideas esencialistas; para ello, se examinan brevemente sus raíces históricas platónicas y agustinianas, en qué consistió la influencia aristotélica, qué caracterizó la escolástica esencialista y sus repercusiones en la teoría ética. (84) Cfr. Dicho de otro modo: para un platónico y para un agustinista, lo realmente real (con el mismo tipo de realidad “ideal”) son los “algo” de las cosas. Th., Iª-IIae, q. Dicho de otro modo: una intención buena no implica que las decisiones que se derivan de ella sean buenas. Los efectos o consecuencias son, por tanto, sucesos que se derivan de la ejecución de una acción, pero que no son objeto ni de la intención (no son ni fin ni medios) ni de la decisión (no son la acción). resultado ideal, no efectivo, pero preferible a los otros posibles. No es objeto de esta colaboración contribuir a ella. ¿Cómo se pudieron casar dos posturas tan contrarias? El empleo de los medios permite alcanzar, al fin, el resultado deseado. Pero, si esto fuera así, los principios morales deben tener excepciones para poder casar con el sentido común48. Si los efectos tolerados guardan proporción con lo que se intenta. Th., Iª-IIae, q. Barcelona, Eiunsa 1992, 276 pp. Th., Iª-IIae, q. Cfr. Esta distinción no aparece en el análisis tomista del acto moral y, al menos en parte, hace reposar en la realidad física la moralidad de la acción. Y, en algunos terrenos, la visión esencialista se presenta con tal sutileza que es difícil de distinguir. Hemos mencionado que en el fondo de la forma mentis agustinista parece latir la consideración platónica de que “lo realmente real” son la Ideas, aunque convenientemente suavizada. La función poética (también llamada función estética) es la que se utiliza para producir una sensación estética de agrado, belleza o gracia. Actos del hombre, son aquellos ut est natura quaedam, es decir son aquellos que no tienen significado moral, los que no podemos elegir -respirar, hacer la digestión y cosas por el estilo-. Acto moral La publicación de dicha encíclica ha dado lugar a una polémica, a veces no exenta de acritud, referida especialmente al modo correcto de entender el objeto moral1. 107-113). "@context":"http://schema.org", (15) Los ejemplos podrían multiplicarse, y no en desdoro de quienes sostienen esta tesis, pues no es una cuestión evidente a primera vista. "@type": "PostalAddress", Todo el mundo tiene una respuesta diferente a esto. Generalmente hay motivos que empujan a la persona a actuar moralmente, y esta acción se elige de manera consciente, sabiendo cuáles serán las consecuencias. (21 de mayo de 2021). Las palabras son impotentes para designar o hacer entender la actividad del movimiento mismo. { (11) Al hilo de la exposición de Santo Tomás mencionaremos obras especialmente destacadas que han redescubierto y profundizado cuestiones importantes de la moral tomista; estas citas no serán necesarias en cuestiones que son patrimonio común generalmente admitido. 20, a. Las almas no han preexistido, sino que Dios las crea cuando viene al mundo cada hombre. El “voluntario indirecto” o “voluntario in causa”. El existir de las Ideas consiste en ser ellas mismas, en tener un “algo” o quidditas, y en nada más. Será fácil para el lector encajar las ideas que ha leído aquí con los elementos nucleares del protocolo de Iceta. Como los medios son fines intermedios, objeto de la intención del sujeto que actúa, esta regla se encuentra incluida en la obligación de que la intención sea buena. 7, c. Cfr. Y este espíritu conciliador provocó malentendidos posteriores. “Intrinsically evil acts” and the moral viewpoint: clarifying a central teaching of Veritatis splendor. Las obras de Aristóteles, y con él Santo Tomás, plantean la cuestión de manera bastante distinta. 20, a. Si, para conseguir un bien se tolera un mal mayor que ese bien, esa voluntad será mala. Lottin tiene un análisis clásico de la virtud en Santo Tomás (Études de morale, histoire et doctrine. Vol. Sin embargo, en muchas otras culturas un mismo hombre puede desposar a varias mujeres. Contingit autem hoc fieri tripliciter: ...; tertio modo, inquantum attingit effectum. Los estudios de moral clásicos, siguiendo la sistematización de Santo Tomás en la Summa Theologiae83, analizan en el acto moral el objeto, el fin y las circunstancias. Es decir, además de la previsión y de la intención, es necesario examinar la decisión que el hombre toma. El acto moral implica una decisión individual. "@type":"Organization", 27-39. 13, a. Ejemplo de Caso. Ayudar a personas mayores es un ejemplo de acto moral, Las acciones humanas pueden dividirse en dos clases: las, La acción moral es parte de nuestros hábitos y de nuestra conducta social. Los problemas que se plantean de ese modo son numerosos. Partiendo de aquí, el análisis tomista del acto moral muestra aspectos distintos a lo que hemos visto anteriormente. Esta orientación unitaria es la que permite dar continuidad y efectividad al conjunto de las acciones que, de otro modo, quedarían inconexas. El alma conoce las Ideas cuando está en el “cielo”, antes de bajar al mundo, y aquí abajo, en contacto con las cosas materiales, recuerda las Ideas. (9) Y todo lo que se dice ente de alguna manera, según la analogía de este concepto. El medio es el modo como se lleva a cabo el acto: a través de hechos o palabras, usando vías convencionales o atajos, de forma honesta o deshonesta. ¿Y cómo se manifiesta esa buena voluntad? Rhonheimer analiza en detalle las incongruencias de describir la acción humana sólo a partir de los hechos u ocurrencias y concluye que siempre se ha de recurrir al interior del hombre para poder describir sus acciones. Por una parte, como efectos tolerados que son, hay que valorarlos como cualquier efecto tolerado: examinando si es un efecto que guarda proporción con la intención. Cuando hablamos de los pasos que hay que seguir necesariamente para, completar el acto moral, para conseguir el fin propuesto, estamos hablando de los, medios. Es un tema en el que la Encíclica Veritatis Splendor subraya como cuestión fundamental en ética. "alternateName":"UNAV", Pero, a la vez, afirmó que, si se puede considerar que hay una potencia, es porque se considera la esencia de esa potencia, su “algo”. Así se explica la conexión entre el estudio de la ignorancia en la Summa y el estudio del resto del acto moral, conexión en la que el esencialismo no hace hincapié. Cum enim aliquis cogitans quod ex opere suo multa mala possunt sequi, nec propter hoc dimittit, ex hoc apparet voluntas eius esse magis inordinata. Por tanto, unos efectos malos serán tolerables siempre que el conjunto de cosas que quiere la voluntad del que actúa se pueda valorar como bueno (siempre dentro de la hipótesis de que la intención y la decisión son buenas, como hemos visto). El problema, es, más bien, el inverso: desde el intento de obtener un estado de cosas deseable no se está en condiciones de analizar la bondad de la voluntad que mueve a la acción y, por esta razón, los consecuencialistas no pueden entender la moral objetiva. Ante algo nuevo, diferente o que nos afecta, no hay que dejarse llevar por la primera impresión: Brindar el beneficio de la duda. En: “Razón y fe” 229 (1994) 1, pp. Pero, si la intención es buena y la decisión-acción también lo es, cabe considerar si los efectos tolerados son admisibles en ese caso, y si podemos juzgar como buena la voluntad del que actúa. En: “The Thomist” 58 (1994) 1, 1-39. Fundamentals of Ethics. Como se puede observar, la Veritatis splendor prefiere hablar de “elección”, en vez de usar “decisión”, como estamos haciendo, y Santo Tomás hace otro tanto (cfr. Desde hace más de 500 años se lucha en la humanidad por garantizar la libertad de pensamiento, la libertad de cultos y el ejercicio de la tolerancia. La libertad del acto moral está fundada, pues, en la capacidad que el ser humano tiene de imponerse a sí mismo fines que pretende alcanzar por encima y a pesar de las circunstancias que lo rodean, aún a costa de su vida. Este artículo contiene un análisis de los elementos y requisitos que intervienen en la evaluación del acto moral, los cuales se identifican como sujeto moral, comunidad moral, norma moral, conocimiento de la norma y sanción morales. El bullying (acoso y violencia en la escuela), es uno de los problemas crónicos en muchas escuelas del mundo, que persiste porque los estudiantes se niegan a denunciar a los acosadores. Elementos del Acto Moral. ¿Qué es moral y 5 ejemplos? Evidentemente es intención de un fin. Una acción moral genera responsabilidad moral por parte de quien la realiza. Some early ..., p. 495. Sin embargo, es evidente que, en primera instancia, para describir esa actividad de entender o querer, el tomismo necesita recurrir a la palabra que designa el objeto entendido o querido. Esta acción se describe con palabras: conducir un coche, cazar, etc. Los efectos tolerados son, a su modo, voluntarios. 2- Conciencia del fin que se persigue También expresa la prioridad del acto de la voluntad diciendo que el acto de la voluntad se compara a la realización exterior como lo formal a lo material: S. Decisión. Por eso, unos renglones más abajo, la encíclica explicita un poco más la frase anterior y afirma: “El objeto es el fin próximo de una elección deliberada que determina el acto del querer de la persona que actúa”17. Este significado también lo utiliza Santo Tomás74, y aparece tanto en la Veritatis splendor75 como en el Catecismo de la Iglesia Católica76. Es decir: los efectos que se siguen de las acciones son voluntarios, aunque de un modo peculiar; en caso de ser efectos no deseables, el castellano emplea el término tolerar. Juan descubrió que su esposa lo engañaba con otro hombre (Fernando). cit., pp. De hecho, las causas formal y final se designan con una palabra, el “algo” del acto que son, aunque, en el caso de la causa final, esta designación pueda ser motivo de confusiones. Ejercer o no la violencia, robar o denunciar un robo, usar o negarse a usar el tapabocas en una pandemia, copiarse del compañero en un examen, participar en las elecciones o no, son todas decisiones morales. Algunos ejemplos de la moral en la vida cotidiana: La fidelidad conyugal. En toda accion hay una anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar, el fin trazado por la conciencia implica la desicion de alcanzarlo, dicho fin se prefigura, se anticipa, asi el sujeto conciente del fin se decide a realizarlo. © 2021 Genially. Santo Tomás, del mismo modo que considera que el ente es un acto (actus essendi) limitado por una esencia, en la que se pueden considerar la materia prima, la forma sustancial y las formas accidentales, considera que el acto voluntario es un acto (intencional) limitado o determinado por una serie de quidditates: el objeto, el fin y las circunstancias: cfr. Y, aun con el movimiento terminado, la palabra que nos permite designar el resultado del movimiento no nos describe el acto, sino la forma del acto. Éste se limita a establecer la necesidad de proporción entre lo que se intenta y lo que se tolera. obras de Grisez y Finnis, en nota 19. Th., Iª-IIae, q. "postalCode": "31009", Parece, en primera instancia, que estamos hablando de los hechos que se derivan de la decisión de la voluntad, de modo que, con sólo los hechos, estaríamos en condiciones de valorar moralmente una decisión. 2021 SSN MPRES : 2664-4029 SSN RTUAL: 2707-3602 445 Publicado en Persona y bioética 2008; 12(2):78-107. 4, c.: “Si autem loquamur de bonitate actus exterioris quam habet secundum materiam et debitas circumstantias ...”. Por tanto, el hombre, al actuar, los quiere, los hace objeto de la intencionalidad de su voluntad. Por ejemplo, en caso de querer ir al monte, “ir al monte” sería la descripción del acto de la voluntad. (54) En cierta medida, las dificultades de las éticas consecuencialistas o teleologistas para aceptar unos principios morales inmutables se deriva de este intento de fundar la moral en la realidad física, que explica la referencia constante de estas éticas a los bienes y males ontológicos o premorales, es decir, al bien no completamente pero hasta cierto punto moral contenido en los hechos físicos considerados en sí mismos. Así, siguiendo su ejemplo clásico, golpear a una persona es un pecado contra el quinto mandamiento. Sin embargo, su utilización práctica en la valoración de situaciones concretas plantea varios problemas. Por esto, aunque de modo peculiar, son voluntarios e imputables al sujeto que actúa. Pero, fundamentalmente, cuando intentan explicar el movimiento, intentan explicar exactamente eso, el movimiento, es decir, el acto de lo que está en potencia en cuanto que está en potencia —que no es “algo”—, y no tanto su resultado, con sus “algo” que permiten describirlo. La b) intenta excluir que la consecuencia mala sea un medio para el fin que se pretende; si esa consecuencia mala fuera medio, seguiría a la acción de modo más próximo que el fin; por tanto, con esta regla, se elimina la posibilidad de obrar el mal para conseguir el bien. "addressLocality": "Pamplona" (39) “Non oportet quod semper ex fine insit homini necessitas ad eligendum ea quod sunt ad finem: quia non omne quod est ad finem, tale est ut sine eo finis haberi non possit; aut, si tale sit, non semper sub tali rationi consideratur”: S. Si para conseguir un bien se tolera un mal menor, esa voluntad será buena. "sameAs":[ …. ¿Qué es un deber en ética y valores? ... semejantes elecciones e intenciones deben simplemente ser excluidas de nuestra deliberación y elección”: John Finnis. Desde este enfoque, el aristotelismo define que existen cuatro causas del movimiento: lo que es movido (o materia), lo que da la actividad del movimiento (o causa eficiente o motriz), la contrariedad —los “algo” inicial y final del movimiento (o causa formal)—, y el acto acabado hacia el que tiende el movimiento (o causa final)5. Se incoa así el camino hacia el esse essentiae de la filosofía formalista. Aristóteles, Metafísica, 991b, 992b y 1080a). Se toca el tema de los diferentes elementos del acto moral en sí, dando una breve explicación de cada una de ellas y efectúa un enlace directo de la crítica de la conciencia. Th., I, q. En esta descripción del movimiento hay elementos que se pueden describir con palabras, pues su naturaleza es un “algo”: los “algo” inicial y final, la contrariedad. El acto moral es una totalidad o unidad indisoluble de diversos aspectos o elementos: motivo, fin, medios, resultados y consecuencias objetivas. Schüller pierde de vista que el médico, al operar, está haciendo algo bueno (el quid de su decisión es tratar quirúrgicamente, y es bueno), aunque la acción pudiera parecer lesiva y mala. "https://www.instagram.com/universidaddenavarra", prefigura, se anticipa, asi el sujeto conciente del fin se decide a realizarlo. (29) “En el caso de los preceptos morales positivos, la prudencia ha de jugar siempre el papel de verificar su incumbencia en una determinada situación, por ejemplo, teniendo en cuenta otros deberes quizás más importantes o urgentes”: Veritatis splendor, n. 67; el lenguaje ordinario atribuye este papel de la prudencia a la “conciencia bien formada”. De todos modos, como es obvio, el significado de estos dos términos, a este respecto, es prácticamente equivalente. Pero hay otros elementos que no se pueden describir con palabras. 31008 Navarra Este modo de enfocar los efectos secundarios desconocidos es la única garantía para minimizar los efectos indeseados de la acción que vamos a emprender. 18, a. "@context":"http://schema.org", 265-288. La respuesta nos debe venir examinando la bondad de la voluntad que quiere, junto con lo que intenta y lo que hace, los efectos que tolera. 11 y ss. 10, c. (58]) Cfr. "logo":"https://www.unav.edu/image/company_logo?img_id=4860717&t=1607668520148", Pero lo que vale, moralmente hablando, no es el fin, sino la voluntad de ese fin, es decir, la intención de la persona, que es lo que permite (al menos en parte) juzgarla moralmente34. A este respecto, hay que evitar la confusión, relativamente frecuente, que asocia la fijeza del orden moral objetivo con la fijeza de la realidad material. La consecuencia inmediata es que toda realidad se puede describir con una palabra que expresa adecuadamente lo que es. el capítulo primero de la obra de Gilson El ser y los filósofos (Eunsa, Pamplona, 1979, pp. (72) Los consecuencialistas piensan que la actuación moralmente correcta tiene como objeto obtener un estado de cosas deseable. Este elemento se encuentra explicitado, junto con el resto del análisis tomista del obrar humano, en Odon Lottin. }, Estos efectos tolerados no se corresponden ni con la intención ni con la elección. Dentro de este contexto, para ver si la voluntad es globalmente buena, tenemos que comparar si quiere, en conjunto, más bienes que males. 4, c. (47) Dicha confusión del objeto moral con la acción física no es casual, pues se deriva del platonismo que subyace a la moral de inspiración esencialista. Madrid: Rialp, 2000. El naufragio sería “voluntario indirecto”, que equivale a decir que es voluntario sin acto exterior pero, por supuesto, con acto interior de la voluntad, que hace imputable el naufragio al piloto desertor85. Pero su entender o su querer no son, de ninguna manera, lo que las capacidades intelectivas alcanzan: son dos realidades distintas. Sin embargo, esta recuperación de la filosofía tomista ha arrastrado algunas ideas extrañas, que se habían desarrollado en épocas posteriores. Por tanto, para juzgar la actuación de una persona, además de examinar su previsión y su intención, es necesario ver si son buenos o malos los otros actos de la voluntad que la llevan al fin intentado. S. 3, c.). Este artículo contiene un análisis de los elementos y requisitos que intervienen en la evaluación del acto moral, los cuales se identifican como sujeto moral, comunidad moral, norma . 2. 18, a. Furioso y dolido por tal hecho, Juan buscó a Fernando, para encararlo. 18, a. 5. } Veritatis splendor, nn. Con el paso del tiempo, los cultivadores de la filosofía tomista se han ido haciendo conscientes de la interpretación formalista o esencialista que se hacía de Santo Tomás. Etica y moral; Cuestionario 2B1 Etica y moral; 36 people org culture; Analice la moral como fenómeno social [APEB 2-15%] Práctica 1 Resuelva un caso jurisprudencial sobre el control de decretos ejecutivos; Foro académico de ética y moral; Examen [APEB 1-10%] Actividad 2 Caracterice y diferencie a los sistemas éticos estudiados (APE) 9, a. Ahora bien, analizando solamente el acto de la voluntad no estamos en condiciones de juzgar la moralidad de la actuación de una persona. Want to make creations as awesome as this one? Th., IIª-IIae, q. "addressLocality": "Pamplona" Abstract. Th., Iª-IIae, q. El sentido común de los moralistas debe tener buena parte de la responsabilidad de su existencia; pero el sentido común de los moralistas no es fundamentación filosófica. Th., IIª-IIae, q. Por ello, bien puede decirse que el sujeto que renuncia a su fin por virtud de las circunstancias, ha muerto moralmente. S. Esta unidad formal permite abarcar todos los fines en un solo acto intencional. también apartado II, d), 6. ¿Qué son actos humanos y actos del hombre? Los motivos son aquellos que te impulsan a realizar un acto. "address":{ El imprevisor que no ve efectos que se siguen siempre o la mayor parte de las veces de su acción, es también responsable de ellos, aunque no los tuviera en mente a la hora de actuar. 85 y ss. Cfr. Intención. (2) Cfr. Th., Iª-IIae, q. Cfr. Todas estas condiciones han de cumplirse simultáneamente para que una acción sea buena. 5, c. (69) O que sea razonablemente previsible, que viene a ser lo mismo, pues hemos admitido que hay que prever antes que actuar. S. Por suerte, esta fundamentación la dejó suficientemente clara Santo Tomás, y diversos autores modernos han ayudado a recuperarla11, aunque el esencialismo, debido a su forma mentis, da a veces unas interpretaciones equívocas de sus textos. Fue un filósofo profundamente aristotélico (basta observar la cantidad relativa de citas del Filósofo en sus obras). (23) Cfr. También Finnis, comentando la ética aristotélica, relaciona el obrar moral bueno con los bienes propiamente humanos. En efecto, si todo el peso de la bondad o maldad de una acción reside en el objeto moral, es completamente imposible que haya acciones indiferentes por su objeto, porque es precisamente el objeto lo que hace que una acción sea buena o mala. Por esta razón, parece justificado adoptar como hipótesis de trabajo la tesis siguiente, que desarrollaremos a continuación: el esencialismo de la escolástica tardía es la reaparición de la inspiración platónico-agustinista dentro de un contexto filosófico que ha aceptado los razonamientos aristotélicos sobre el movimiento, la potencia y el acto. No son intentados, pues no son el fin pretendido. La malicia moral -o la falta de bien-, de cualquiera de esos elementos hace que todo el acto sea malo. Aceptó que existe la potencia, y que es distinta del acto que puede llegar a ser —por acción de la causa motriz—. Fuentes de la moralidad #1 #2 #3. . Ayudar a personas mayores a cruzar la calle o llevarle comida a sus casas. Así, pone el ejemplo de la acción del médico que, para curar, debe herir (realizar una operación quirúrgica) a su paciente. Veritatis splendor, n. 51). El conocimiento prudencial es un conocimiento práctico, que mueve la voluntad —libremente— hacia la acción buena. Th., Iª-IIae, q. Como se deduce de esta definición, el significado que se emplea aquí es más amplio que el más técnico y estricto que hemos empleado anteriormente. también nota 13. Cfr. Y, como la moral no es mera tradición, sino también algo asequible a la razón, parece justo intentar dar un fundamento a la ética, y no confiarla sólo a la virtud de la prudencia. Hasta ahora, parece que no hemos dicho nada que diferencie el tomismo de la postura esencialista. (79) Serían las circunstancias en sentido restringido, tal como hemos empleado el término hasta ahora. La intención, al querer el fin, quiere también todos los sucesos que llevan a él64. Además del sentido del término “circunstancias” que explicamos aquí, existe un segundo sentido, también presente en Santo Tomás, distinto, que analizaremos en el apartado d), 4. Otras formulaciones del principio de la acción de doble efecto también se pueden reconducir, sin especiales dificultades, a los principios tomistas expuestos aunque, por brevedad, omitiremos poner aquí más ejemplos. "url":"http://www.unav.edu", 1) Pensar bien. Por esta razón, podríamos decir que esa idea de fondo del agustinismo es, más bien, mentalidad. Th., Iª-IIae, q. Por tanto, el hombre bueno no obrará con ignorancia, y procurará activamente eliminarla de su conducta: si no sabe qué es lo bueno y qué es lo malo y tiene buena voluntad, no querrá correr el riesgo de obrar el mal, y procurará informarse con diligencia antes de actuar. Es un dilema de muchos estudiantes en el mundo, y uno de los primeros conflictos morales que enfrenta un joven. Por esto, Aristóteles insiste en que el acto no se puede definir, sino sólo mostrar6.
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